domingo, 3 de junio de 2007

De aquí partimos

Partimos del principio de que la conversación es la herramienta principal que deben utilizar las empresas para establecer relaciones favorables con los auditorios a quienes se dirige, pues para que realmente exista comunicación se debe establecer (como lo establece la raíz de la palabra) comunidad, en palabras de Antonio Pasquali “poner en común”. La conversación es un instrumento que brinda la ventaja de obtener un respuesta o feed back inmediato, además de, permitirle a la compañía percibir las necesidadesde su público, sea interno (los trabajadores), o externo (empresas de la competencia y mercados). La comunicación corporativa se encarga de eso, buscar estrategias como ‘bajar de su pedestal’ para que la empresa o corporación pueda relacionarse beneficiosamente con sus públicos.
Tanto los empresarios como los públicos están constituidos por seres humanos, como tales, piensan, sienten, escuchan, hablan. No son seres traídos de otro planeta, ni robots diseñados para repetir incansablemente esas frases trilladas que forman parte de los protocolos acartonados que establecen barreras cada vez más lejanas entre los públicos y las compañías. Barreras que no permiten darse cuenta de las necesidades del otro, no permiten escucharlo, no permiten establecer relaciones beneficiosas para ninguno, de tal manera que se está quebrantando la razón de ser de la comunicación corporativa. Por ello, los públicos exigen una verdadera comunicación, en la que se deje de subestimarlos, pues como afirma el Cluetrain, al utilizar protocolos acartonados y frases trilladas se cae en un error muy común, como sí los individuos pensantes no formaran parte de los públicos.
Por último, el respeto es necesario en cualquier área de la corporación para tener un enfoque integrado, primordial en todo plan de Comunicación Corporativa, pues se cuenta con el conocimiento y la experiencia de cada trabajador, lo que permite elaborar planes con una visión más completa que los que puedan venir de las puntas superiores de las pirámides, en caso de existir. Debido a que, incluso internamente, una corporación debe garantizar una comunicación abierta, una comunicación bidireccional, donde ambas partes (gerencia y trabajadores de menor rango) se escuchan, comprenden,pongan en común, atiendan a las necesidades del otro (público externo), estableciendo una verdadera relación de horizontalidad, respeto e “igualdad”.
Pd: todas estás ideas son producto de una lectura detallada al manifiesto del Cluetrain.

Francis Ramírez

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente redacción!
Si las grandes empresas tuvieran de base tu exposición, las comunicaciones internas de estas no serían tan pobres y complejas.

Anónimo dijo...

Comunidad y respeto, deberían ser el estandarte o principios básicos de las empresas.

Anónimo dijo...

Pero no sólo las comunicaciones internas fracasan en las empresas. Muchas comunicaciones de la empresa hacia el exterior fracasan por no conocer al otro, a quien quiere cautivar, con quien se quiere comunicar. Bien lo dijo, Sun Tzu en su libro El Arte de la Guerra: "Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo, y vencerás en cien batallas". Aunque tal frase puede despertar piquiña en muchos probablemente por lo fría, calculadora y su carácter ahumano, tiene algo acertado y, no es más que, esa comunicación que se debe establecer entre quiénes se tratan de relacionar, para poder concocerse, como garantía del éxito.